No construyo de ladrillos mis muros
Ni uso el hierro para protegerme.
Acepto los senderos oscuros
Que el destino pueda ofrecerme.
(Día de otoño en Sokolsnoki, de Levitan)
Soy la Hoja que en el otoño cae
Sin oponer torpe resistencia,
Esperando lo que el futuro trae
Con una costosa paciencia.
No me forjo castillos inútiles
En busca de una falsa seguridad,
Ni me encierro en rejas fútiles
Alejándome de la realidad.
Lo que anhelo es ser como el agua
Que no es fuerte ni busca la dureza,
Recibiéndolo todo sin mengua,
Manteniendo su vital pureza.
(Lilas de agua, de Levitan)
Sin embargo es indestructible.
Todo lo puede llevar por delante.
Es dura y a la vez apacible
Y se adapta a todo, triunfante.
Eres tú, Atenea sempiterna,
La que intentas dirigir mis pasos,
Lejos de esta siniestra Caverna
A la que Platón ha dado sus trazos.
(Paisaje de otoño, Levitan)
No obstante, sigo en este mundo,
De mentiras, sombras e ilusiones,
Del que emana un hedor inmundo,
Que turba todas mis cavilaciones.
El Mundo de Timeo 
¡Qué poema tan profundo, Alejandro! Lo que el alma añora y que en este mundo creado por la codicia humana y el más pétreo egoísmo se hace difícil de alcanzar.
Gracias por compartir este poema, cuyo contenido intimista es tan de mi agrado. Es un placer poder leer cosas tan bellas como esta… Deseo que tu alma no zozobre en medio de estos mares procelosos. Un saludo, poeta.
Te agradezco mucho, querida Rosa. Escribir poesía en verdad es una lucha. Esta la escribí en mi trabajo, durante mis cortos tiempos libres, razón por la cual la considero un poco tosca, un poco bruta. Antes escribía siempre acompañado de un Diccionario y uno de sinónimos y antónimos, pero ahora ya no me puedo pegar ese lujo. Esa es la razón por la cual me falta un poco el refinamiento. Pero por otra parte, considero también esto como algo «positivo» ya que estas poesías no son fruto de una mente plácida y contemplativa, en la soledad y la comodidad del hogar. Todo lo contrario, son hijas de una mente desgarrada, febril y en actividad constante. Me alegro que te haya gustado querida Rosa, siempre te leo cada vez que puedo, es un placer. Tus poesías son bellísimas a la par que musicales, falta que algún genio de la música se le ocurra ponerlas ritmo y melodía.